El Emperador representa el orden, las instancias de gobierno o una figura de autoridad. Es padre, jefe, profesor, persona de autoridad dispuesta a defender sus dominios, su responsabilidad. Persona hábil y competente, que sabe escuchar y discernir. Buen consejero, fiel a sus principios. Sentido de austeridad y disciplina para poder realizar proyectos. Es el espíritu pragmático capaz de lograr metas y concretar sus ideales con éxito. Puede señalar momentos en que es preciso tomar una posición firme ante las circunstancias y ejercer alguna forma de poder y control. Dar estructura, imponer normas y restablecer el orden perdido. Persona poderosa que protege o brinda apoyo. El padre, el esposo, el gran hombre digno de confianza.

El Mundo anuncia cuando has llegado al final del camino, a la cima, al tope. Es autorrealización, amor y vida plena. Conexión y sincronía, con el Universo. Indica que la vida fluye y se cumple el ciclo de cierres y conclusiones para la consecución de tus metas. Señala un momento de unión, integración tanto interna, como con quienes te rodean. Asegura que recoges los frutos de tus esfuerzos y ves tus sueños realizados. Superadas las pruebas, alcanzas tus logros con éxito. Pero también El Mundo te recuerda que la vida continúa: habrá nuevos retos, nuevos ciclos por abrir. Disfruta de tus logros actuales, pero observa tus nuevas necesidades y plantéate nuevas metas.

es el iniciador, la mente consciente que maneja los elementos y atrae las fuerzas cósmicas para dar forma a sus ideas. La función de El Mago es emplear el poder creativo ilimitado (símbolo del infinito sobre su cabeza) y realizar el espíritu emprendedor, la voluntad en acción. Sobre la mesa hay 4 objetos rituales: Basto, Oro, Espada y Copa (los 4 elementos y “palos” de la baraja), pues El Mago, como alquimista, transmuta la materia. Su mano derecha eleva la vara mágica en una postura Yang, de decisión y autoconfianza. Nos recuerda que nuestra capacidad es ilimitada y sólo exige disposición y voluntad para manifestarse; que todos podemos “hacer magia” en nuestras vidas: transmutar lo negativo, conectarnos con las fuerzas del universo, materializar sueños, activar nuestra voluntad. El Mago asume la conciencia de sí mismo y del universo que le rodea y hace pleno uso de su voluntad creadora. Sabe que la Magia es acción: todo el conocimiento adquirido y el poder alcanzado puesto en movimiento de manera conciente. Poder que, mal canalizado, origina mala administración o mal manejo de los recursos. El ego, deseos de poder, odios, etc., promueven propósitos egoístas, trampas y charlatanería.

El Juicio es el ascenso y conexión con la divinidad, aunque en un sentido general, vinculado a la cultura judeocristiana, hace referencia a la resurrección. Pero, de acuerdo a las tradiciones orientales, supone la reencarnación. Cuando el individuo muere, el espíritu se libera del cuerpo que era sólo un vehículo, incluso una suerte de prisión. En consecuencia, El Juicio se identifica con la idea de llegar a Dios; alcanzar un aspecto más elevado de la existencia. En lo cotidiano, alude a temas de familia. Escuchar un llamado, una llamada o mensaje, recomienda estar alerta a las señales que nos indican el rumbo. Revela nuestro nivel de conciencia sobre la base de las experiencias vividas. Puede indicar el momento de ver claramente el camino, un despertar, superar trabas y alinearse con todo lo creativo de universo.